Pregunté un día a mis padres. Me miraron con gran ternura y con felicidad radiante.
Me invitaron a sentarme en medio de ellos y sin dudas ni titubeos o poses especiales empezó a hablar mi padre:
-«Tu principio somos nosotros dos. Nos unimos, por amor, y de nuestra comunidad naciste tú. Quiero decir, que nosotros dos estamos unidos en ti. Tú eres la expresión sensible y tangible de nuestra unión. Eres parte de nosotros mismos.
Desde que tu mamá y yo nos conocimos y empezamos a tratarnos, ya pensábamos en ti. Eras nuestra ilusión, nuestra esperanza, expresión de nuestro amor, y esto hizo que cada uno de nosotros diera algo de sí para que existieras».
Dr. Alfonso Orozco