Los brotes que no crecían

0
1576

Los brotes que no crecían.

Había una pequeña aldea, en un lugar muy remoto de la tierra. Allí había un hombre, algo codicioso, que vivía con su familia en relativa armonía. Era próspero en sus cosechas, aunque nunca estaba conforme con lo que obtenía.

En cierta ocasión, sembró el terreno con particular esmero. Quería obtener la cosecha de una semilla especial de trigo que le habían traído de tierras lejanas. Aseguraban que este era un trigo de mayor calidad, con espigas más gordas y un sabor estupendo. Por eso, el hombre ocupó todas sus tierras con ese cultivo y comenzó a hacer grandes planes hacia el futuro. Obtendría muchas ganancias y, quién sabe, tal vez podría comprar más tierras y vivir con mayores lujos.

Sin embargo, las semanas pasaron y las semillas apenas si habían florecido. Había unos cuantos brotes y, pese a los cuidados, crecían muy lentamente. Al ver esto, el hombre comenzó a desesperarse. No podía aguantar tanto. Por eso decidió hacer algo. Lo que se le ocurrió fue ir a halar las pequeñas plantas que estaban naciendo. Pensó que así les ayudaría a crecer.

A la mañana siguiente, todos los brotes amanecieron muertos. El hombre pasó por alto el hecho de que se trataba de una semilla especial y que esta necesitaba un tiempo mayor para crecer. No sabía que todo tiene su tiempo y que alterar los procesos de la naturaleza solo conduce al fracaso.

Autor desconocido

Envíanos tus propias reflexiones, pensamientos o frases:

videntes buenas por telefono