Un padre de familia recomendaba siempre a sus hijos que vivieran en buenas relaciones; pero ellos no le escuchaban y andaban siempre peleando, acusándose e insultándose reiteradamente.
el padre y los hijosUn día, el padre cogió unas cuantas varas de fresno, las juntó en un solo bloque, y se los dio a los hijos. Luego, ordenó:
– ¡Rompedlas!
Muy a pesar de los esfuerzos que realizaron, no pudieron conseguirlo. Entonces, el padre -deshaciendo el paquete de varas- les mandó que las rompieran una a una.
Luego, como era de esperar, con un menor esfuerzo, todas las varas lograron ser rotas.
Acto seguido, la autoridad de familia dijo a los hijos:
– Vosotros sóis como esas varas: viviendo juntos y en armonía, estando de acuerdo entre vosotros, nadie podrá venceros; pero, desunidos, seréis mucho menos fuertes y quien sea os destruirá.