Había un pueblo en el que no había llovido en meses. La tierra estaba sufriendo, el ganado estaba muriendo.
El cura de una pequeña iglesia en esa área, dijo en su sermón del domingo:
“Recemos para que llueva esta semana. Ejerciten su fe y el próximo domingo tendremos un chaparrón”.
La sequía siguió toda la semana.
Al domingo siguiente el cura le preguntó a la asamblea:
“¿Rezaron para que lloviera?”.
Todos contestaron que sí.
“¿Tuvieron fe que iba a llover?”.
Todos respondieron: “Sí claro, por supuesto que sí”.
El cura entonces sonrió y les dijo:
“No les creo; si hubieran tenido fe, habrían traído sus paraguas”.
Del Libro: Hágase rico espiritualmente de A.A.
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