Esta es una fábula que me la contó una amiga muy estimada. En referencia a los conflictos y problemas que surgen a partir de nuestra convivencia con los demás.
Hace mucho tiempo, durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío.
Los puercoespín dándose cuenta de esta situación, decidieron unirse en grupos.
Así, de esa manera se abrigarían y protegerían entre sí. Pero no habían reparado en algo. Las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, lo que precisamente ofrecía más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra.
Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con sus semejantes podían causarles. Ya que lo más importante es el calor del otro. Y así pudieron sobrevivir.
Esta historia no deja de ser interesante al hacer una analogía en las diferencias y desacuerdos que surgen producto de nuestra convivencia con los demás.
Colaboración: Evelyn Abreu
Esas espinas son las que no sabemos sobrellevar, para tener una buena convivencia como seres humanos, que aunque nos lastimemos los unos a los otros. Podamos trascender todas esas dificultades que nos ofrece la vida diaria. Para que cada día seamos mejores personas.
Excepcional esta enseñanza quisiera compartir.
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