Muchas veces te imaginas cómo será tu vida en el futuro. Piensas cómo será tu mujer, tus hijos, tu trabajo, tu casa… todo bien revestido de una atmósfera de felicidad, optimismo y perfección. Difícilmente se cumplirá alguna de las premoniciones, pero puede ocurrir que tengas cierta certeza de que una de ellas pueda cumplirse. ¿Qué se debe hacer entonces: luchar por conseguirla, cerrar las otras alternativas, encadenarte a esa posibilidad y lanzar la llave al mar?
Las personas cambian: de aspecto, de mentalidad, de hábitos, de sentimientos. El tiempo, el ambiente, las compañías, la sociedad; todo influye en la configuración física y mental de una persona. El amarillo mezclado con azul se convierte en verde; con rojo en naranja. Tú has cambiado.
No puedo saber si realmente me convienes, si eres la adecuada, la perfecta, si eres ella, la que imagino a mi lado. Sé que tenías algo especial, pero ya no recuerdo lo que era, el tiempo lo ha borrado de mi memoria y ya no encuentro nada en ti que me ayude a descubrirlo de nuevo.
La ilusión alimentó mis esperanzas durante mucho tiempo, puede que ahora estén en huelga de hambre y vayan muriendo lentamente… No sé si me he cansado de esperar, si me arrepiento del tiempo perdido, si he decidido cambiar de aires y ventilar un corazón que empezaba a asfixiarse.
Creo que ha llegado el momento de cortar los hilos que me unen a un pasado demasiado pesado, a recuerdos tan lejanos como angustiosos, a ilusiones estropeadas por el temporal de los cambios.
Visto en: comodicelacancion.com
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