Había una vez, en un reino muy lejano y perdido, un rey al que le gustaba sentirse poderoso. Su deseo de poder no se satisfacía sólo con tenerlo, él, necesitaba además, que todos lo admiraran.
Invariablemente todos le decían lo mismo:
-Alteza, eres muy poderoso, pero tú sabes que el mago tiene un poder que nadie posee: Él conoce tu futuro. (En aquel tiempo, alquimistas, filósofos, pensadores, religiosos y místicos eran llamados, genéricamente “magos”).
El rey estaba muy celoso del mago del reino pues aquel no sólo tenía fama de ser un hombre muy bueno y generoso, sino que además, el pueblo entero lo amaba, lo admiraba y festejaba que él existiera y viviera allí.
No decían lo mismo del rey. Quizá porque necesitaba demostrar que era él quien mandaba, el rey no era justo, ni ecuánime, y mucho menos bondadoso.
Un día el rey urdió un plan: Organizaría una gran fiesta a la cual invitaría al mago, lo llamaría al centro del salón y delante de los cortesanos le preguntaría si era cierto que sabía leer el futuro.
El invitado, tendría dos posibilidades: decir que no, defraudando así la admiración de los demás, o decir que sí, confirmando el motivo de su fama. El rey estaba seguro de que escogería la segunda posibilidad. Entonces, le pediría que le dijera la fecha en la que el mago del reino iba a morir. Éste daría una respuesta, un día cualquiera, no importaba cuál. En ese mismo momento, planeaba el rey sacar su espada y matarlo. En una sola noche acabaría con el mago y el mito de sus poderes . . .
Los preparativos se iniciaron enseguida, y muy pronto el día del festejo llegó.
Después de la gran cena el rey hizo pasar al mago al centro y ante el silencio de todos le preguntó:
-¿Es cierto que puedes leer el futuro?
-Un poco –dijo el mago.
-¿Y puedes leer tu propio futuro? –preguntó el rey.
-Un poco dijo el mago.
-Entonces quiero que me des una prueba -dijo el rey. ¿Qué día morirás?
Luego de un tenso silencio, el mago lo miró y dijo:
-No puedo precisarte la fecha, pero sé que el mago morirá exactamente un día antes que el rey …
Jorge Bucai