Recurre a todo lo que sea necesario. Reza un rosario, canta alegremente, baila con locura, medita profundamente, escribe algo hermoso. Si debes hacerlo hazlo.
Vive lo que quieres para tu vida, expresa cuanto lo quieres para ti, para tu experiencia. Manifiesta qué eres capaz de hacer por ello; vive tu ahora, cruza la puerta, atraviesa y reta al tiempo-espacio, trasciende el patrón equivocado al que te acostumbraste, rétalo, sueña y ve por él . . .
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